segunda-feira, abril 09, 2012

Insinuándose en tu cuerpo






El tiempo, insinuándose en tu cuerpo
Como nube de polvo en fuente pura,
Aquella gracia antigua desordena
Y clava en mí pena silenciosa.

Otros antes que yo vieron un día,
Y otros luego verán, cómo decae
La amada forma esbelta, recordando
De cuánta gloria es cifra un cuerpo hermoso.

Pero la vida solos la aprendemos,
Y placer y dolor se ofrecen siempre
Tal mundo virgem para hombre;
Así mi pena inculta es nueva ahora

Nueva como lo fuese al primer hombre,
Que cayó con su amor del paraíso,
Cuando viera, su cielo ya vencido
Por sombras, decaer el cuerpo amado.

Luis Cernuda


pindaro

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