terça-feira, novembro 14, 2006

La buena suerte






Para nosotros los marinos de altura, el mar es principalmente una ruta, es casi exclusivamente una camino. Pero qué camino!
Yo no olvidaré nunca la primera vez que atravesé el océano. Todavía el barco de vela dominaba el mundo.
Qué época aquélla! Yo no digo que el mar entonces fuera mejor; no; pero sí más poético, más misterioso, más desconocido.
Hoy, el mar se industrializa por momentos; el marino, en su barco de hierro, sabe cuánto anda, cuándo va a parar; tienen los días, las horas contadas...; entonces, no; se iba llevando la casualidad, la buena suerte, el viento favorable.


Pío Baroja


pindaro

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