Arde en tus ojos un misterio, virgen
esquiva y compañera.
No sé si es odio o es amor la lumbre
inagotable de tu aljaba negra.
Conmigo irás mientras proyecte sombra
mi cuerpo y quede a mi sandalia arena.
—Eres la sed o el agua en mi camino?
Dime, virgen esquiva y compañera.
António Machado
pindaro
sábado, agosto 12, 2006
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