¿Y qué mayor contentamiento en este mundo para la vista que ver una gentil dama? ¿Ni qué mayor alegría de pensamiento que veros servidor de quien os haze tan señor? No parece el señor ser tan señor ni el cavallero tan cavallero, sino serviendo las damas con tales servicios, que el trabajo se convierta en descanso y el mirar en contentamiento, y el pensar en alegría.
Don Luys Milán
pindaro
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