Me alimenté de tí
por mucho tiempo,
nos devoramos vivos
como fieras.
Jamás pensamos nunca
en el invierno,
pero el invierno llega,
aunque no quieras.
Y una mañana gris
al abrazarnos,
sentimos un crujido
frío y seco,
cerramos nuestros ojos
y pensamos:
Se nos rompió el amor
de tanto usarlo.
Rocio Jurado
pindaro
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